Erguido entre la arena y la sal, en el inhóspito calor del desierto más árido del mundo, y también en los valles centrales de la zona mediterránea, nos encontramos con un árbol que destaca por sus flores amarillas, sus ramas espinosas y su fruto dulce y comestible. Hablamos del algarrobo (Prosopis chilensis), una leguminosa nativa de Chile, Bolivia, Perú y Argentina, que sobresale por su extraordinaria adaptación al clima árido y su importantísimo rol en los ecosistemas nortinos, ya que sirve como hábitat y alimento para diversas especies, así como contribuye a la retención de agua y la formación de suelo. Asimismo, es una especie de gran valor patrimonial ya que sirvió como una fuente principal de alimento para las culturas originarias. Pese a su importantísimo rol, esta especie se vio muy diezmada en la época de la colonia por su uso como material de construcción o como combustible, así como por su tala desmedida para la instalación de plantaciones agrícolas durante la segunda mitad del siglo XX. ¿Quieres saber más sobre este maravilloso árbol? A continuación te contamos más detalles.
Fuente: Ladera Sur