En París, Cycloponics aprovecha las 600 hectáreas de un antiguo parking y, en Londres, a 33 metros bajo tierra, Growing Underground da una segunda vida a un refugio de la segunda guerra mundial para crear el huerto bajo tierra más grande de Reino Unido. Centrados en cultivar productos como las endivias, las verduras de hoja, las setas o las plantas aromáticas ambos modelos de negocio representan una de las pocas salidas que tiene la agricultura intensiva en el entorno urbano.